viernes, 4 de diciembre de 2009

Física o Química, ¿mejor serie?

Hace aproximadamente mes y medio la producción televisiva “Física o Química” recogía el premio Ondas 2009 que la acreditaba como mejor serie española del año. Parece ser que en esta edición los miembros del jurado de este prestigioso galardón se han contagiado de las nuevas tendencias que inundan la parrilla televisiva, en las que impera el gusto por los detalles escabrosos, mórbidos y que, en definitiva, llaman al escándalo.



La justificación que da el jurado de los Ondas a dicha entrega se basa principalmente en “su capacidad para conectar con el público joven y adaptarse al desarrollo multiplataforma de los contenidos”. Sin embargo, quizá proceda preguntarse si tan pretendida conexión con el mundo adolescente es viable a cualquier coste. Con esto me refiero a la elección de contenidos que imperan en el hilo conductor de esta producción televisiva: ¿merece realmente un premio una serie cuya trama se simplifica en drogas, sexo y violencia, y que desacredita el trabajo de los profesores y educadores en general? No hay más que ver alguno de los episodios que emite Antena 3 cada semana: una docencia incapaz de controlar el espíritu rebelde de los alumnos del Instituto Zurbarán, donde estos acaban saliéndose siempre con la suya. Pasando por alto el hecho de que el tópico principal de la serie es que no importa quién para tener un affaire, aquí no se andan con rodeos.

Por no hablar de la pésima actuación, unas veces insulsa, otras exagerada, de los protagonistas. A decir verdad, la única chispa que puede llegar a tener el reparto la aportan los adolescentes, sin embargo, salta a la vista su escasa formación en el mundo de la actuación. Pese a esto, algunas críticas no han tardado ya en situar a alguno como futura promesa del cine español.

Pero lo verdaderamente preocupante, y que ha desencadenado una gran polémica en torno a esta serie, es el peligro que supone el que los jóvenes tomen estas formas de conducta como modelo a seguir en la vida real, como ya han manifestado varios colectivos de padres de todo el país.

Además, cabe destacar que la visión fatalista que propone esta teleproducción de la juventud actual no se corresponde , ni mucho menos, con la realidad, lo que puede llevar a mucha gente a la confusión.

No obstante, al parecer ninguna de estas consideraciones ha significado un obstáculo para que el ambicioso proyecto se haga con el Ondas, aunque en realidad cabría preguntarse si el unico mérito de tan reconocida serie se basa en haber logrado tan buenas audiencias durante el año pasado.

Laura Garsando y Elena Vernich.
Publicado originalmente en: www.uvalencia.info

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