lunes, 30 de noviembre de 2009

Guardarraíles letales

La verdad es que nunca me había parado a reflexionar sobre este tema, y de hecho el que haya llegado a hacerlo es culpa de algún que otro amigo que más de una vez me lo ha mencionado.

Los guardarraíles (o más comúnmente conocidos como quitamiedos), que se encuentran sobre todo en las carreteras secundarias y algunas autovías y autopistas, constituyen hoy en día uno de los problemas que más preocupan a los motoristas. Se componen de una especie de valla metálica y unos postes de sujeción de la misma anclados a la carretera con forma de "I". En un principio, su función es evitar que salgan los vehículos de la carretera en una hipotética pérdida de control. Pero a pesar de su teórica denominación de "barreras de seguridad", la práctica ha acabado demostrando que estas pueden ser verdaderas máquinas de matar para motorisas, ciclistas,a nimales, ocupantes de los vehículos e incluso peatones.
Estudios han demostrado que a partir de 29 Km/h es posible llegar a una amputación instantánea con posibilidad mortal. En contra de la creencia popular, no es necesario ir a gran velocidad, ni conducir de forma negligente para que esto suceda. Los expertos confirman que una velocidad de 30 km/h es suficiente para arrancar de cuajo un miembro o incluso partir la columna vertebral.

Desde que se instalaron en 1973, han provocado la muerte de miles y miles de motoristas al golpearse contra los postes de las protecciones cuando salen disparados de su motocicleta. Solo en el año 2000 más de 700 personas murieron en uno de los más de 420.000 soportes que hay instalados en España. Y en lo que va de año, se han registrado 429 motoristas fallecidos, segun datos de la DGT.

La forma de protesta del colectivo motero ante las políticas adoptadas por la DGT y el Ministerio del Interior se basan principalmente en manifestaciones, en las que piden la sustitución de estos guardarraíles por sistemas más seguros y efectivos para evitar las muertes. Este sábado está prevista la salida a las carreteras de miles de motoristas en Madrid organizada por Unidad Motera,en la que exigirán tanto a la DGT como al Gobierno una modificación del Plan Específico de Seguridad Vial para Motocicletas.

De momento, parece ser que el Ministerio de Fomento está tomando medidas al respecto ya que poco a poco se están instalando nuevos sistemas que evitarán las consecuencias de los quitamiedos, como muestra este vídeo de la campaña "Ponle Freno":



Esperemos que la iniciativa dé resultado y se consiga así reducir el número de motoristas muertos en nuestras carreteras a causa de los guardarraíles.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Copenhague 2009, ¿una nueva esperanza?

No es la primera vez que saltan las alarmas.

Que el calentamiento global aumenta día tras día es una realidad que ya nadie puede negar.
Y la culpa de eso la tiene nadie en concreto, y todos a la vez.

Muchos son los intentos que algunas instituciones, como la ONU, están haciendo para tratar de concienciar a la población, y más especialmente a políticos y empresarios de este sobrecogedor panorama.

De hecho, la Organización Meteorológica Mundial (OMM),ha advertido recientemente en su boletín anual que la concentración a nivel mundial de gases de efecto invernadero (principales causantes del sobrecalentamiento del planeta) no para de crecer, y que en 2008 registró su grado más alto.
Estos datos resultan preocupantes, y dejan entrever la evidente necesidad de tomar medidas de una vez efectivas que ayuden a reducir la emisión de dichos gases tóxicos. El problema, y la prueba de la gravedad del asunto es que hasta la fecha, las acciones que se han llevado a cabo por instituciones y gobiernos no han sido suficientes, ya que los países siguen lanzando a sus anchas gases de CO2 o de metano (entre otros) porque no han sido capaces de llegar a un acuerdo.

Los últimos estudios llevados a cabo por el IPCC, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático dibujan un alarmante escenario en el que las temperaturas podrían aumentar entre 2,4 y 6,4 grados para finales de siglo.



Por eso creo que la celebración de la próxima cumbre climática en Copenhague (del 7 al 18 de diciembre) va a ser crucial para nuestro planeta. Sólo cabe esperar que los representantes de cada país asistente estén a la altura de las circunstancias y sea posible llegar de una vez al tan esperado acuerdo que consigua la reducción de emisiones que no logró en su día el Protocolo de Kyoto.

jueves, 19 de noviembre de 2009

¿Religión en la enseñanza pública?

El tema de la impartición de clases de religión en los colegios públicos es una cuestión que cada vez genera más y más polémica.

Personalmente, creo que a veces es necesario recordarle a mucha gente que España es un país laico y aconfesional, y que el hecho de que la Constitución reconozca y acepte las creencias religiosas de la mayoría de la población (catolicismo), ello no implica en absoluto que sea ésta la religión oficial del Estado.

Como afirma la Constitución en su artículo 16, sobre la libertad ideológica y religiosa “1 Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades, sin más limitación en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley. (…) 3 Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.

Por eso, no entiendo que se mezcle el ámbito religioso con el educativo, algo muy frecuente en nuestra sociedad que se continúa dando incluso después de la transición democrática y la promulgación de la Constitución de 1978.

Dejando de lado las instituciones privadas, en cuya gestión no me voy a meter puesto que este carácter privado les confiere independencia frente al Estado, ¿por qué se imparte religión en la enseñanza pública (teóricamente laica)? Y lo que me hace más gracia de todo, bajo el carácter de asignatura “voluntaria”, lo que entrelíneas revela que se la trata de catalogar como una muestra de tolerancia y pluralismo democrático.

¿Por qué los alumnos que no profesamos el catolicismo estamos obligados a dar una asignatura (cómo sea que la llamen ahora… en mis tiempos se conocía como “Alternativa a la religión”, qué originales) que, siendo realistas, únicamente sirve para perder el tiempo? O poniéndonos en otro caso… si los alumnos católicos tienen derecho a una enseñanza religiosa, ¿por qué no van a tener derecho a recibirla los que profesan una religión distinta al catolicismo? Pero hasta donde yo sé, no tengo conocimiento alguno de que en los centros públicos se haya propuesto ofrecer más variedad de doctrinas religiosas.

Por no hablar del sueldo de estos profesores, que lo paga El Estado, sirviéndose de los impuestos de todos los ciudadanos. ¿Y por qué se han de pagar también con las rentas de los que no somos católicos? Tampoco está de más destacar el hecho de que es la Conferencia Episcopal quien propone (por no decir impone) a los centros los profesores que impartirán su disciplina, interfiriendo así en la educación. Y luego está el tema de los colegios comúnmente llamados “concertados”, en su mayoría católicos, que cuentan con gran parte de presupuesto público, y además se consideran de “mayor prestigio social”, desacreditando la enseñanza pública. Menos mal que en el supuesto teórico, corresponde solo al Estado y a los servicios públicos la gestión de la educación de los ciudadanos con las rentas que estos pagan. Pues visto así no parece un sistema muy coherente, y mucho menos igualitario para todos.



Así que, siendo contundente y clara, en mi opinión, quien quiera dar religión, perfecto, que se matricule en un colegio católico privado (¿por qué el Estado tiene que subvencionar la mayoría de los colegios católicos?), o que vaya a la Iglesia a recibir clases de catecismo. Pero creo que seguir mezclando religión y educación, alcanzado ya el siglo XXI, en un país que constitucionalmente es democrático es un grave error que además lleva a muchos malentendidos y equívocos. La Iglesia hace ya mucho tiempo que está desvinculada del Estado, por tanto esta intrusión en la educación queda totalmente fuera de lugar.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Photoshop milagroso

Cada vez resulta más difícil diferenciar la realidad de la mera simulación, y uno de los mayores potenciadores de este hecho son los medios de comunicación. Conforme avanzan las tecnologías y la informática, es más fácil hacer creer a las personas que ven una cosa que realmente no existe.

Día a día inundan nuestras pantallas de televisión, ordenador, o incluso nuestros ojos, vídeos que no son otra cosa que montajes, y fotografías que tampoco se corresponden con la realidad.



Las técnicas informáticas, como decía, ayudan mucho, hasta el punto de conseguir verdaderos milagros (sin ánimo de ofensa, pero sí, me atrevería a calificarlos como “milagros”). ¿O es que de verdad la gente se piensa que la perfección que exhiben las exuberantes estrellas de la televisión, el cine o la pasarela en cualquier portada o pantalla existe? Todo es una ilusión óptica, creada con la intención (no sabría decir si malvada, egoísta, con ánimo de lucro…) de establecer unos cánones y estereotipos de belleza idealizados y casi imposibles de conseguir, que se basan en el consumo casi obsesivo por parte de la sociedad de productos cosméticos para lograrlos. ¿Y quién es el máximo beneficiado aquí? Muy bien, las empresas. Pues eso, que la conexión es facilísima.

Pero el problema es bastante más serio, ya que esta preocupación excesiva que inculca el panorama mediático actual conduce en algunos casos a serios problemas de salud, como trastornos alimenticios (anorexia, bulimia…).

A decir verdad, el propósito de crítica de esta entrada no era llegar tan lejos, así que me remito a lo que quería enseñar. Clásicos ejemplos de simuladores de belleza hoy en día son programas informáticos como Photoshop, de Adobe, que ha ganado bastante popularidad (y supongo que beneficios) gracias a los efectos que puede llegar a conseguir en la apariencia física. Y si no, no hay más que ver este vídeo:



Vamos, que esto del Photoshop consigue hasta lo que parece imposible, juzgad vosotros. La pena es que es todo mentira.

sábado, 7 de noviembre de 2009

La tierra se muere, reza un graffiti en el barrio

Así de contundente suena, pero es una verdad enorme.
Sé que este suena a uno de los múltiples discursos más que gente con conciencia ecológica deja caer con la esperanza de mentalizar de alguna forma a la sociedad, pero aunque parezca repetitivo, me siento impulsada a recalcar lo de siempre.
Que si esto sigue así, tal como predicen los expertos en el tema, pocas generaciones venideras podrán difrutar ya de nuestro planeta.



Muchas personas no le otorgan demasiada importancia a este hecho, quizá porque consideran que como no lo vivirán, es un asunto que no va con ellos. Pero creo que esto es un error, o mejor aún, una evidente muestra de egoísmo. No me parece justo que haya gente que pueda disfrutar del planeta y se desentienda de la gran responsabilidad que esto conlleva, pues todo el mundo (y sobre todo mirando hacia el futuro) tiene derecho a poseer un trocito de este pequeño planeta y cuidarlo, pero sobretodo a poder disfrutar de él. Y eso solo es posible si se conserva en buenas condiciones.

Pienso que todo el mundo debería estar agradecido de la oportunidad que le ofrece la Tierra de poder... no sé como expresarlo, pero vivir, digamos, en sentido muy amplio. Y que eso de disfrutar de los bienes sin dañarlos para que luego otros los puedan utilizar debería ser una idea intrínseca a nosotros, que nos saliera espontáneamente.

Hoy en día existen muchos materiales tóxicos o no biodegradables, que siendo realistas, son bastante necesarios para el desarrollo de nuestra vida porque estamos muy acostumbrados a ellos. No voy a hacer un drama de ello y mucho menos tener la hipocresía de afirmar que se debería cortar el consumo de estos materiales (aerosoles, petróleo, etc.), porque es algo que yo misma consumo casi a diario.

Simplemente lo que me produce mucha impotencia es que la mayoría de las personas (al menos que yo conozca)no se preocupan ni siquiera por hacer algo tan sencillo como separar los residuos en orgánicos, papel y cartón, plástico y aluminio, o vidrio. O lo que comunmente se conoce como reciclaje. Con una acción tan fácil como esta, se conseguiría detener la producción de bolsas de plástico por ejemplo, ya que se pueden obtener de materiales reciclados. Y nos dejamos de todas esas tonterías que están haciendo ahora las grandes cadenas de supermercados para promocionarse y dar una apariencia de conciencia ecológica a costa del consumidor que es falsa. Sí, me refiero a eso de las nuevas bolsas de fécula de patata, que además las cobran.
Por eso no entiendo por qué a la gente le tiene que extrañar que recicle, es que es una cosa que cuesta muy poco esfuerzo, y con la que se puede ganar bastante.

lunes, 2 de noviembre de 2009

¿Le cantamos a la corrupción?

No entiendo la sociedad democrática actual. Sinceramente.
Parece ser que cada vez está más de moda eso de la corrupción en los partidos políticos españoles, y la trama Gürtel en el PP o el caso de Santa Coloma de Gramanet que ha salpicado tanto a PSC (rama del PSOE en Cataluña) como a CiU, ha sido ya la gota que colma el vaso.




Lo más curioso de todo resulta caer en la cuenta de que aun así estos partidos son y seguirán siendo, tal y como apuntan las estadísticas los más seguidos y votados en su ámbito de actuación (nacional en el caso de los dos primeros, autonómico en el del tercero), dentro de un país que se presupone democrático. Claro.

Una sociedad democrática legítima debería basarse en relaciones de confianza mutua entre los ciudadanos y sus representantes políticos en el poder. Pero hoy por hoy en el panorama político español hablar de confianza me produce hasta risa. Para empezar, basta con analizar la paradójica situación que se da. ¿Por qué la mayoría de la población depsita su confianza siempre en los mismos grupos, cuando además demuestran casi a diario que "abusan" de dicha teórica confianza? Por no hablar de los graves problemas estructurales que sufre uno de ellos. Con esto lo único que consigue la sociedad es deslegitimar el sistema dando lugar a este rígido bipartidismo que gobierna la política española y que la coloca en un callejón sin salida.

Hasta ahora la práctica totalidad de políticos que ha conseguido llegar al poder a demostrado ejercer una política subordinada siempre al servicio de los intereses privados y particulares de sus militantes. Para taparlo se dedican a promocionarse mediante propaganda barata y afirman por activay por pasiva que únicamente velan por el interés colectivo de todos los ciudadanos. Mentira.
El problema es que la inmensa mayoría de la población, extasiada por la influencia que ejercen las dos telarañas políticas predominantes, no es consciente de hasta qué punto puede llegar a ser simples marionetas en sus manos. Porque aun a pesar de las repetitivas críticas a estos grupos, sigue otorgándoles su voto elecciones sí y elecciones también, cosa que por más vueltas que doy, no consigo entender.

Quizá sea hora para la sociedad española de empezar a pensar en alternativas políticas, quitarse la venda de los ojos y ver más alla del bipartidismo tradicional, puesto que la evidencia habla por sí sola: la política, tanto nacional como local, se resquebraja contínuamente y no aporta soluciones efectivas a los problemas que aquejan nuestro panorama estatal. Para ello, la información juega un papel clave, porque gran parte de culpa a esta rutinaria política la tiene la falta de información; la sociedad no está bien informada a pesar de que se crea lo contrario, y muchas veces ni se preocupa por buscarla.

Es esta pasividad de la gente y/o el miedo al cambio lo que me enferma, muy bonito eso del "que me lo den todo hecho", pero luego hay que atenerse a las consecuencias.