sábado, 7 de noviembre de 2009

La tierra se muere, reza un graffiti en el barrio

Así de contundente suena, pero es una verdad enorme.
Sé que este suena a uno de los múltiples discursos más que gente con conciencia ecológica deja caer con la esperanza de mentalizar de alguna forma a la sociedad, pero aunque parezca repetitivo, me siento impulsada a recalcar lo de siempre.
Que si esto sigue así, tal como predicen los expertos en el tema, pocas generaciones venideras podrán difrutar ya de nuestro planeta.



Muchas personas no le otorgan demasiada importancia a este hecho, quizá porque consideran que como no lo vivirán, es un asunto que no va con ellos. Pero creo que esto es un error, o mejor aún, una evidente muestra de egoísmo. No me parece justo que haya gente que pueda disfrutar del planeta y se desentienda de la gran responsabilidad que esto conlleva, pues todo el mundo (y sobre todo mirando hacia el futuro) tiene derecho a poseer un trocito de este pequeño planeta y cuidarlo, pero sobretodo a poder disfrutar de él. Y eso solo es posible si se conserva en buenas condiciones.

Pienso que todo el mundo debería estar agradecido de la oportunidad que le ofrece la Tierra de poder... no sé como expresarlo, pero vivir, digamos, en sentido muy amplio. Y que eso de disfrutar de los bienes sin dañarlos para que luego otros los puedan utilizar debería ser una idea intrínseca a nosotros, que nos saliera espontáneamente.

Hoy en día existen muchos materiales tóxicos o no biodegradables, que siendo realistas, son bastante necesarios para el desarrollo de nuestra vida porque estamos muy acostumbrados a ellos. No voy a hacer un drama de ello y mucho menos tener la hipocresía de afirmar que se debería cortar el consumo de estos materiales (aerosoles, petróleo, etc.), porque es algo que yo misma consumo casi a diario.

Simplemente lo que me produce mucha impotencia es que la mayoría de las personas (al menos que yo conozca)no se preocupan ni siquiera por hacer algo tan sencillo como separar los residuos en orgánicos, papel y cartón, plástico y aluminio, o vidrio. O lo que comunmente se conoce como reciclaje. Con una acción tan fácil como esta, se conseguiría detener la producción de bolsas de plástico por ejemplo, ya que se pueden obtener de materiales reciclados. Y nos dejamos de todas esas tonterías que están haciendo ahora las grandes cadenas de supermercados para promocionarse y dar una apariencia de conciencia ecológica a costa del consumidor que es falsa. Sí, me refiero a eso de las nuevas bolsas de fécula de patata, que además las cobran.
Por eso no entiendo por qué a la gente le tiene que extrañar que recicle, es que es una cosa que cuesta muy poco esfuerzo, y con la que se puede ganar bastante.

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu entrada... ¡Por fin alguien que habla sobre la necesidad de preservar el medio y el planeta!.

    Como dice Macaco en su canción, a la Tierra "se le apaga la llama" y está solamente en nuestras manos que eso se quede en una posibilidad o, por el contrario, que nuestro planeta de agote de verdad.

    Guay, Laura!

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  2. Mirror.. tu primera foto es la potada de mi trabajo de dvulgación científica! jajajaj
    me ha gustado mucho tu etrada, pero por desgracia la gent eno está concienciada.

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  3. muy buena entrada laurita. Por desgracia como tú dices esto es lo de siempre, y lo de siempre es que la gente sabemos que el planeta está mal pero seguimos sin hacer nada... tiene difícil solución...

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