Burj Dubai, un proyecto muy ambicioso

Hoy lunes se inaugura en Dubai, uno de los siete miembros de los Emiratos Árabes Unidos, la estructura más alta jamás construida por el hombre. El Burj Dubai (Torre Dubái en árabe), cuya construcción comenzó el pasado 2004 constituye un proyecto muy ambicioso (quizá demasiado) para este emirato, puesto que implica un nuevo récord. Con un total de 162 plantas y más de 800 metros de altura, el "superrascacielos" es visto como un comienzo muy positivo después de ese 2009 tan gris salpicado por una gran crisis económica que evidentemente había acentuado más el endeudamiento de Dubai. Además hay que recordar que el sector de la construcción en el emirato lleva hundido desde 2008, que fue cuando la crisis económica golpeó la zona después de un "boom" que había durado casi seis años.


No obstante, los expertos financieros no creen que los recientes problemas económicos del emirato afecten negativamente a las ventas en el Burj, de hecho ya se han vendido casi todas las unidades residenciales de las aproximadamente 1.100 que componen esta "maravilla arquitectónica", como ya la califican muchos.
¿Por qué decido hablar sobre esto? A decir verdad, ando un poco escasa de ideas, y esta mañana viendo la televisión ha salido esta información en las noticias. Confieso que enseguida me ha llamado la atención, cuanto menos por la notable envergadura del edificio cuya cúspide es visible a unos 95 kilómetros a la redonda.
Y lo primero que he pensado es... sí, de acuerdo, me parece estupenda la promoción que se está dando al nuevo rascacielos más alto del mundo (al cual las Torres Petronas no llegan ni a la "cintura"), es un proyecto arquitectónico muy curioso e interesante, pero... ¿es necesario gastar tantos millones en construcciones de este tipo? Es necesario invertir tanto dinero con el único propósito de dar renombre a una ciudad (en este caso, emirato)? Sale rentable construir un edificio de estas características, solo por ostentar a un récord mundial? Aunque los arquitectos expertos aseguran que el Burj cuenta con todas las medidas de seguridad necesarias, me permito el lujo de dudar de la efectividad dichas protecciones, aunque todo se verá... Simplemente, veamos cuánto tiempo aguanta la Torre de Dubái en pie (y dejemos al margen la remota -o no tan remota- posibilidad de un nuevo blanco para ataques terroristas, que tampoco quiero ser tan pesimista).



Más información:
20 Minutos

ABC
El País

'Dejadnos solos', el nuevo Gran Hermano de niños

He aquí de lo que me acabo de enterar: existe un reality show cuyo 'argumento' (por llamarlo de algún modo) gira en torno a la convivencia de unos niños menores de edad, concretamente niños de entre 10 y 12 años. Sí, sí, el nombre de esta joyita de programa es Dejadnos solos, y lleva en marcha desde el pasado miércoles en horario de máxima audiencia. Confieso que no me sorprende seguir leyendo el periódico y que este afirme que la cadena creadora del reality sea Tele 5, a decir verdad, un programa muy en su línea.

La trama es la siguiente: dos grupos de 8 niños de entre 10 y 12 años conviven a su libre albedrío durante 10 días en una casa, sin tutela directa de sus padres ni de otros adultos. Ya lo dice Paz Padilla, presentadora del programa, en el spot publicitario: "¿Alguna vez te has preguntado qué hacen tus hijos cuando nadie les mira?". Y es que, como manifiestan los creadores, la esencia, el objetivo del concurso no es otro que mostrar las pautas de comportamiento, el nivel de disciplina, las habilidades y las reacciones ante la toma de decisiones de los integrantes de los dos grupos, que han vivido cada uno en una casa (divididos por sexos) durante 10 días y sin saber de la existencia los unos de los otros en un entorno "rodeado de naturaleza". Tampoco han tardado en declarar que la Fiscalía de Menores de la Comunidad de Madrid está completamente al corriente tanto de los contenidos como de la mecánica del reality, que cuenta con plena autorización de los padres de los chavales.
Y ahora yo me pregunto: ¿Cómo es posible que el nivel de exigencia de la audiencia en cuanto a los contenidos televisivos haya podido caer tan en picado? ¿Como puede ser que la gente vea estas cosas de contenido tan penoso (sí, penoso) e ínfimo? Me parece inaceptable que en la televisión se emitan contenidos que, siendo realistas, no aportan absolutamente nada y lo único que consiguen es presentar a los chavales como payasos de circo que sirven para entretener a los espectadores, quienes disfrutan del show acomodaditos en su sillón.
Por eso he de confesar que me ha entrado una especial satisfacción al enterarme de que hoy la Generalitat de Cataluña ha pedido a Tele 5 que suspenda la emisión de este programa, porque, como ha afirmado su secretaria de Infancia y Adolescencia, Inma Pérez, "no aporta nada positivo a los menores que participan y, además, pone en peligro el derecho a la intimidad, al honor y la propia imagen de estos menores". Habrá que esperar a ver como se desarrollan los acontencimientos, pero desde luego espero fervientemente que la petición de la Generalitat se salde con la suspensión definitiva del reality.


Todo hay que decirlo, teniendo en cuenta el lamentable estado del sistema jurídico español, no es extraño que cada vez más afloren sucesos de este tipo, los cuales siempre acuden al amparo de la libertad de expresión para encontrar argumentos con los que defenderse. Pero la cuestión es que muchas veces hay que aprender a anteponer otros derechos fundamentales a la libertad de expresión (como el derecho a la propia imagen, a la protección del menor, a la intimidad...), cuando estos pueden quedar violados. No es un terreno en el que sea fácil moverse, por eso para llevar a cabo una ponderación de derechos (para sopesar en cada caso qué derecho prima sobre otros) es fundamental establecer unas pautas jurídicas bien reguladas, algo que, desgraciadamente, no se da de momento en este país.
Aunque parece ser que con la nueva Ley General del Audiovisual el Gobierno pretende echar algo de luz sobre el asunto, porque las competencias en este tipo de conflictos pasará a tenerlas una institución pública de nueva creación, el Consejo del Audiovisual. Por eso, al margen de que esta innovación me parezca una buena propuesta o no, creo que habrá que esperar resultados antes de emitir las críticas pertinentes.

Avatar, el regreso de James Cameron

Estrenada el pasado 18 de diciembre, Avatar, la nueva superproducción de James Cameron, ha conseguido estar a la altura de las expectativas y ha batido todos los récords aquí en España, puesto que ya ha superado el millón de espectadores y ha recaudado más de 7 millones de euros. Para ser sincera, el único motivo por el que fui a verla es por el renombre que se le estaba dando, y sabía que como estudiante de Periodismo debía estar actualizada también en el mundo del cine, ya que la ciencia-ficción/fantasía no es uno de mis géneros favoritos en absoluto. Pero ¡sorpresa! Obviamente, mi concepción de la película había cambiado radicalmente nada más salir del cine.

A pesar de sus más de dos horas y media de duración, tengo que confesar que la película no se me hizo nada pesada, y creo que el mérito de ello se le puede conceder a su director. Cameron infiltra, muy acertadamente, en la típica película de acción en que la raza humana ha descubierto un nuevo planeta y quiere colonizarlo sometiendo a sus habitantes, una bonita historia de amor (quizá demasiado bonita) y unos paisajes y criaturas extraordinarias que consiguen maravillar al espectador. Vamos, para mi gusto, una superproducción (y nunca mejor dicho, pues se especula que el presupuesto ronda los 500 millones de dólares, entre producción y promoción, aunque desde la Fox desmienten la cifra una y otra vez) que tiene de todo. En definitiva, el director norteamericano, que llevaba unos diez años fuera de las pantallas, pretendía ofrecer una película que consiguiese despertar nuevas experiencias en el público, y lo consigue.
Las críticas ya han señalado a Avatar como una nueva forma de hacer cine que revolucionará la industria de la cinematografía, ya que es una fantasía en 3D creada íntegramente por ordenador y con tecnologías nunca antes usadas. Además, cuenta con 4 nominaciones a los Globos de Oro 2010 (a Mejor Película y a Mejor Director, entre otros) desde antes de su estreno.
De momento, sólo queda esperar a ver cómo se desenvuelve la película durante las próximas semanas y el éxito que continua cosechando. A los que no la hayáis visto, os la recomiendo encarecidamente, no os decepcionará.

¿Para qué sirve la Historia?

Debido a la insistencia que otorga el sistema educativo al estudio de la Historia, no es la primera vez que me he planteado la posible utilidad (o inutilidad) de esta materia. ¿Para qué sirve la Historia? Esta es una cuestión que, estoy convencida, más de uno se ha planteado en alguna ocasión. Y tras varias reflexiones, creo que es un conocimiento que nos puede ser muy útil, porque puede servirnos de guía o referencia para saber cómo actuar ante los hechos, nos ayuda a entender cómo hemos llegado a la sociedad actual (de hecho, no puede entenderse la sociedad en que vivimos sin comprender su pasado histórico)... pero sobre todo, constituye un modelo sobre comportamientos humanos que han contribuído a mejorar (o en algunos casos a empeorar, todo hay que decirlo) la sociedad. Me explicaré mejor:

Resulta evidente que una acción realizada en el pasado tendrá repercusiones tanto en el presente como en el futuro, o dicho de otro modo, el presente depende de nuestra manera de actuar en el pasado. Por eso pienso que, para empezar, teniendo en cuenta la configuración de la sociedad actual, tenemos mucho que agradecer al transcurso de la historia y a lo que han hecho nuestros antepasados, porque la sociedad ha evolucionado notablemente mediante un proceso lento (desde las sociedades primitivas hasta la contemporánea, basada en el capitalismo), y estoy completamente segura de que todavía se puede mejorar.


Y aquí es donde entran en juego la voluntad y el optimismo de las personas por cambiar las cosas. Es cierto que nosotros vivimos bastante bien (en general), y por eso hay gente que piensa que ya no es necesario tratar de mejorar más, bien porque lo consideran un esfuerzo inútil o bien una pérdida de tiempo. Pero no creo que este punto de vista sea pertinente, ya que aunque nosotros (con ello me refiero a los que vivimos en lo que se considera Primer Mundo) vivimos bien, con unas condiciones de vida aceptables o incluso buenas, en otras partes del mundo (conocidas como Tercer Mundo e incluso también los llamados países emergentes) todavía hay miles de personas que mueren de hambre cada día, no saben leer, viven en unas pésimas condiciones, e incluso se les priva de algunos derechos humanos. Esta situación es claramente mejorable,y de hecho tiene que mejorar, por el bien de la sociedad.

Hay personas que antes de intentar nada ya se rinden porque creen que no van a aportar nada, sin embargo hay que pensar que si se intentan cambiar las cosas existe aunque sea una mínima, remota, posibilidad de conseguirlo. Realmente si no se intenta nada es cuando se está matando esa pequeña idea de progreso.

Entonces, desde este punto de vista, creo que puedo decir que soy bastante optimista ante el futuro basándome en el estudio de la Historia. Porque aunque es cierto que esta ofrece ejemplos de corrupción y egoísmo (por eso se ha llegado, en mi opinión, a la situación de desigualdad en que unas personas viven mejor que otras), pero también de valentía, perseverancia y afán por superarse. Por ejemplo, si en la época del absolutismo todos los esclavos y personas que vivían a sometidas a la voluntad del rey y la nobleza (campesinos, comerciantes... la mayor parte de la población prácticamente) hubiesen tirado la toalla pensando que no podían cambiar su situación y se hubiesen resignado, quizás a estas alturas aún viviríamos en una sociedad absolutista y esclavista, aunque resulte muy extraño pensarlo.

Por todo esto, me atrevo a decir que la Historia resulta muy útil porque puede darnos un impulso para pensar que sí es posible mejorar la sociedad y que, si todos ponemos de nuestra parte, por pequeñas cosas que hagamos, lograremos aunque sea un mínimo cambio.

Argentina, un pequeño paraíso natural

Todos los años por estas fechas, de cara al frío y a la Navidad, llegan a mi mente recuerdos de un viaje que hice hará exactamente tres años. Sí, tuve la oportunidad de pasar unas Navidades casi completas en un país tan exótico e increíble como puede ser Argentina. La verdad es que fue una experiencia maravillosa que nunca olvidaré, porque vi cosas a las que no estamos muy acostumbrados en este país.

Entre los lugares más interesantes en los que estuve, me gustaría destacar el recorrido que hicimos por la Patagonia argentina. Aunque a simple vista me pareció un lugar sumamente aburrido, por su inmensidad y su monótono y árido paisaje, pronto me dí cuenta de las maravillas que este poseía. Pude disfrutar de una fauna muy interesante, como por ejemplo los guanacos (una especie muy parecida al llama) o los pingüinos, que ni siquiera sabía que existiesen en otra parte que no fuese el Polo Sur. Aunque eso sí, tengo que decir que los pingüinos de la Patagonia eran muy particulares.

También os recomendaría encarecidamente visitar la ciudad (o pueblo mejor dicho) más astral del mundo, es decir, la que está más al sur y por tanto la más próxima a la Antártida: Ushuahia. Siempre la recordaré como un pueblecito de pescadores encantador y acogedor, muy pintoresco. Además, a pesar de que era verano, por su ubicación evidentemente hace frío y está nevado prácticamente todo el año, lo que en mi opinión le aporta una magia especial. Está situada en lo que en Argentina se conoce popularmente como Isla Grande de Tierra del Fuego (en la parte sur de la Patagonia),que también pertenece a Chile, puesto que ocupa parte de ambos países. Mi padre tuvo la oportunidad de hacer esta preciosa foto desde el hotel en el cual nos alojamos:



Aunque sin lugar a dudas, de todo lo que ví en Tierra del Fuego, me quedo con la vegetación. Todavía me acuerdo de la sensación tan gratificante que experimenté mientras recorría aquellos parajes... todo verde, puro, limpio... rodeada de plantas por todas partes, y con muchas zonas de bosque.

Por último, nunca podría olvidarme del famoso glaciar Perito Moreno, en el Parque Nacional de los Glaciares, ya que desde mi punto de vista, constituye una auténtica maravilla de la naturaleza. Lo que tiene de curioso (o al menos lo que enseguida llamó mi atención) es el hecho de ver un glaciar (todo hielo) ubicado justo al lado de tierra con vegetación, algo que no estamos acostumbrados a ver aquí en España.

La verdad es que podría pasarme horas hablando de mi viaje y de todas las cosas increíbles que ví, pero creo que es mejor idea animaros a que viajéis a esos lugares, porque es una experiencia que definitivamente merece la pena.

(Todas las imágenes son de fuente propia).

Tienes que entender que se enfrían...

"Tienes que entenderlo, tienes que entender que las relaciones se enfrían".

No sé cuántas veces he escuchado esta frase durante este año, y siempre de boca de la misma persona. ¿Y tiene razón? La experiencia ya me ha demostrado que sí.

Por más que me empeño, me obceco, y todos los sinónimos que se os puedan ocurrir, nunca, nunca he conseguido entender por qué algunas personas que me importan acaban alejándose de mi vida sin que yo pueda hacer nada. ¿Acaso hay alguna regla establecida que lo diga? Que diga "Las relaciones se enfrían con el paso del tiempo, la confianza se pierde". ¿Pero por qué? ¡Si yo no quiero!



Lo siento, parece ser que lo que uno quiera no cuenta en absoluto. Es así y punto. La verdad, estoy cansada de intentar buscar explicaciones. No sirve de nada. Aunque te empeñes en conservar a alguien... si esa persona lo descuida no va a funcionar. Acabará distanciándose, la confianza se esfumará, ya no habrá sonrisas, secretos, momentos juntos...
Nada.

¿Qué hago? Supongo que lo más inteligente es aceptarlo y darse cuenta de que si alguien se ha ido es porque no vale suficientemente la pena como para que uno mismo le esté dando vueltas contínuamente a por qué las cosas han cambiado, y por qué él (o ella) ha dejado que cambien.

Esto no pretende ser una historia tipo culebrón ni nada, simplemente necesitaba desahogarme y creo que ha dado bastante resultado. Esto de escribir es realmente muy efectivo.

Y para acabar, una canción de Xhelazz que me gusta mucho por el tema que trata, la soledad.

El retorno de Gambino

El viernes pasado tuve la oportunidad de ir a un concierto de música urbana, o como se conoce popularmente este estilo, un concierto de rap. La verdad es que este tipo de música tan poco comercial ha ido despertando en mí bastante curiosidad, ya que se sale fuera de las convencionales canciones de pop que escuchas por activa y por pasiva en cualquier emisora de radio.

El rapero que actuaba en cuestión era Alberto Gambino (miembro del grupo Kungfumetas), un valenciano (de Manises) que, pese a llevar bastante tiempo metido en este mundillo del rap con su grupo, se ha empezado a oír este verano gracias a su último trabajo, Versión spañola. Constituye un mixtape que contiene temas de lo más veraniego en los que se mezcla rap con toques de reaggue, y letras muy espontáneas que prometen momentos de humor mientras se escucha.



Los asistentes al concierto, que tuvo lugar en la sala Mirror de Valencia (una discoteca que de vez en cuando ofrece actuaciones de artistas), eran principalmente gente joven, de mi edad más o menos, e incluso a pesar de la restricción de edad en la entrada (no se permitía acceso a menores de 18),alguno que otro consiguió pasar airoso por la seguridad.

La actuación de Gambino contó con los mallorquinos Jawars Players como teloneros, un grupo de rap muy poco conocido que vino a presentar su último trabajo: El sonido de la bahía. Aunque no conocía ninguna de las canciones, a mi parecer todas tenían bases muy enérgicas y letras atrayentes y con fuerza, lo que hizo su actuación muy entretenida y para nada pesada, como suele pasar con bastantes teloneros de los artistas.


Tras media hora de letras imparables, y tras un impresionante duelo de dj's que dejó a todo el mundo boquiabierto, los Jawars Players dieron paso a Alberto Gambino, que vino acompañado por los miembros de su grupo. Y es que a pesar de haber sacado su último trabajo en solitario, los componentes de Kungfumetas no han dudado en colaborar haciendo los coros a su compañero y en acompañarlo en su gira de presentación.

Gambino estuvo en todo momento muy implicado con su público, incitándolo a cantar, dialogando con sus fans entre las canciones y agradeciéndoles su presencia una y otra vez. Pero los asistentes no se quedaron cortos y lo corearon en todo momento. Con su tema Sigo aquí la sala enloqueció y diría que alguno que otro se quedó incluso ronco de tanto chillar.



Tengo que decir que me lo pasé en grande en el concierto, a pesar de haber escuchado solo un par de canciones de este rapero antes de ir. No puedo decir que las canciones que hace se merezcan un premio de los 40 Principales o de la MTV, ya que por desgracia al mundillo del rap le queda mucho que recorrer para situarse a la altura de estas dos emisoras que fomentan la típica música comercial de siempre. Pero para pasar un rato entretenido, no dudaría en ir a otro concierto de este tipo.

Para los que os haya convencido, o tengáis curiosidad, aquí os dejo la página de descarga directa de su último cd de forma gratuita (y totalmente legal): www.coffyrecords.com
(Gambino está patrocinado por una discográfica valenciana - Coffyrecords - que propone métodos alternativos de supervivencia en el mercado musical: la descarga gratuita del cd en Internet a cambio de registrarse y ver uno o dos anuncios, en vez de sacarlo al mercado).